En la actualidad es trascendente que se apoye a los proyectos editoriales independientes, pues no solo son semilleros de noveles autores, sino que además destacan la importantísima labor de los mediadores de lectura, quienes son responsables de crear lazos entre los lectores y los libros.
Lo anterior trascendió durante el conversatorio “Proyectos editoriales” del coloquio “Leer, pensar, escribir y decir: tradición y actualidad de las Letras Hispánicas” al que convocaron El Colegio de Letras Hispánicas y el Departamento de Letras Hispánicas del SUAyED.
En el marco de la conmemoración del centenario de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que se celebra este 2024 se realizó dicha actividad con la presencia de egresados de distintas licenciaturas de la FFyL, quienes cuentan con emprendimientos editoriales y con trayectorias como escritores y libreros.
Ana Ximena Jiménez Nava y Jonathan Alexis Rosas Oceguera de Página Salmón y Peripheria Librería; Fernanda Andablo y Michelle Blanquet (quien no pudo estar presente) de la editorial Aquelarre de Tinta; Marco Itzamamá Monroy Sarabia y Ulises Mendoza Guzmán de La revista inexistente participaron en el conversatorio moderado por el maestro Hugo Espinoza Rubio de dicha facultad.
Cada ponente habló de cómo se crearon sus respectivos proyectos y coincidieron en su interés de dar un espacio a quienes escriben los diferentes géneros literarios y exhortaron a que se apoyen las librerías y editoriales independientes.
En su oportunidad, Jiménez Nava dijo que la revista Página Salmón se formó en la Facultad de Filosofía y Letras en “un derivado de algo que ya no existe que fue el coloquio de Letras hispánicas, que era de estudiantes para estudiantes”, y el nombre de la publicación surgió de la idea de ir contra corriente.
“Iniciamos como muy filosos y después la vida te sienta, la vida te va a sentar sí o sí, el proyecto se cayó como cuatro veces y ahorita está en pausa, pero tenemos números que se pueden consultar en la web”, dijo Ana Ximena, quien agregó que después dieron el salto a convertirse en una editorial como tal.
“Previamente habíamos publicado plaquetas (publicaciones de pequeño tamaño que se utilizan para difundir obras literarias de corta extensión como cuentos o poemas), antologías impresas, pero no teníamos una imagen construida a nuestro quehacer editorial y lo que consideramos necesario fue que Página Salmón como revista fuera un semillero (de escritores) para la editorial”.
Aclaró que la distribución de sus ejemplares es exclusiva para librerías independientes y no venden en redes sociales. En su experiencia en el mundo del libro, Ana Ximena manifestó que han encontrado muchos problemas del porqué no funciona el trabajo editorial en México.
“Uno de ellos es que también hay un exceso de ferias que no generan una cultura librera en México. La gente no está acostumbrada a ir a comprar sus libros a la librería y eso se puede explicar por el exceso de ferias y también en la práctica, el centralismo en México y después de ese problema llegamos como a una dificultad más estructural, que yo lo he denominado así, la real extinción del lector común, se están extinguiendo los lectores y más, los de libros”.
En cuanto a Peripheria librería, Rosas Oceguera explicó que en esta tienen títulos de géneros “populares” como terror, fantasía, policial, novela rosa “y nosotros agregamos la literatura fantástica a esa clasificación”, no obstante la editora resaltó que “pese a todo esto hay que resaltar la figura del mediador de lectura”, que es el que hace crítica literaria, quien recomienda libros y hace clubs para lectores.
En su oportunidad, Fernanda Andablo, quien estudió Lenguas inglesas, mencionó que Aquelarre de Tinta que dirige es una editorial independiente en donde “estamos con dos líneas temáticas que en general es la comunidad LGBTQ+ y textos de feminismos antipatriacales que han sido lo que nos ha mantenido desde que comenzamos”.
Agregó que la editorial, además de la propia Andablo y Blanquet también la conforman Luis Cuellar y Diana Bautista y surgió “ante la duda de qué pasa cuando se acaba la carrera, ¿qué vamos hacer? Mucha gente te dice que te vas a morir de hambre, que no hay trabajo, muchas cosas e historias de terror que contaban, dijimos a largo plazo vamos a hacer una editorial, hay que acompañar a las personas que escriben, ver qué están leyendo, pero sonaba algo muy lejano y así surgió Aquelarre, que tenía que ver con la comunidad y la palabra Tinta con letras”.
Andablo contó que su proyecto lo inscribieron a Incubación-InnovaUNAM, donde es raro que entren ideas de FILOS “a nosotros nos hablaron porque nuestra idea desde el inicio es que fuera digital, una página web donde se pudieran consultar los textos y por eso nos aceptaron”.
Andablo refirió que hicieron dos antologías: Mundos disidentes: antología de voces LGBTQ+ y Tinta Violeta, de escritoras mexicanas y en el camino editorial, las integrantes de Aquelarre de Tinta han descubierto que existen ideas variadas “que tienen como sus características y van construyendo comunidades y eso me parece increíble de estos proyectos literarios”.
Al respecto, agregó: “En la vida real todos hacemos de todo, hay gente que escribe y lee muchísimo y hay gente que edita, hay gente que se dedica a todo y descubrir estas comunidades es muy bonito desde que empezamos en la virtualidad y ahora que estamos en las ferias y que estamos en talleres, librerías y comunidades pequeñas, sentimos que la literatura está viva “.
Al llegar su turno Marco T. Monrroy habló del proceso de crear la Revista Inexistente, nombre que tomaron de la novela de Italo Calvino, El caballero inexistente y sus números han sido de temáticas, la primera fue de literatura erótica por lo que abrieron una convocatoria para que se enviaran los respectivos textos.
“Nuestra intención era generar un diálogo, la posibilidad de estar en una librería de viejo que es un puente a generar amistad con autores ya consagrados, entonces en el primer número generosamente David Huerta nos otorgó un poema que se publicó y se unió a nuevas voces”.
Al llegar su turno Ulises Mendoza Guzmán destacó que hay noveles autores que se frustran ante la posibilidad de no ser publicados. “Siento que uno de los puntos de esta mesa sobre trabajos editoriales, es también para invitarlos para que ustedes se animen (estudiantes) a hacer sus publicaciones porque por supuesto hay muchos proyectos que existen ya y hay pues en demasía revistas digitales y demás, obviamente no abarcan por completo la demanda.
“Hace un año La revista inexistente se convirtió en una editorial en conjunto con la publicación y “ahora tenemos una convocatoria abierta para una plaqueta” informó el ponente en el productivo coloquio para la comunidad estudiantil y docente que se realizó del 21 al 25 de octubre en la Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras.